Yo también estuve allí...

Sí claro, yo también estuve allí. Errores y aciertos, alegrías y tristezas, cansancio y fuerzas renovadas... qué decir?
Cómo le decía a mi amigo Enric, voy a serte franco, ¿sincero? no sé como ahora hay que elegir las palabras con suma precaución..., veamos:
Con toda la experiencia que he acumulado durante muchos años de bici, de travesías, de caminos y de sufrimientos,
¡me alegro por los que habéis conseguido vuestro objetivo y también que penséis en volver!.
Las cosas nunca son como comienzan, sino como acaban.
Si cada cual va a su ritmo nunca vas en compañía.
No hay que medir el tiempo ni la distancia.
No hay que temer a los factores atmosféricos, sino adaptarse a ellos.
Hay que conocer los propios límites, y escuchar a la experiencia.
Una parada a tiempo vale mucho más que 20 km extra.
La aventura es más natural que una agenda programada.
Hay que comer muchos espaguetis y beber mucha cerveza con alcohol y fanta de limón.
Hay que mear mucho mucho mucho...
Con vaselina mucho mejor que ponerse compresas con alas.
Hay que ir por el camino, si hay que ir a pié se va.
Nunca gastes energías de forma innecesaria, mañana las necesitarás.
Los pollos de 6kg están tan buenos o mejor que los de 1.
La familia es lo mejor que puedes encontrarte por el camino.
No sé ni como era el castillo de Medina del Campo, luego algo hice mal ese día.
Cuída a tu bici como te cuidas a tí mismo.
Nunca digas nunca jamás.
Si hay que ir se va, pero ir por ir...
Buen camino.